Con vientos de más de 50 kilómetros por hora y un frío intenso, se realizó un nuevo Izamiento dominical.
Sólo participaron unos cuantos vecinos, que se mantuvieron distantes y respetando los protocolos sanitarios. Las fuertes ráfagas permitieron contemplar la majestuosidad de las banderas en su máxima expresión.
El tradicional Izamiento Dominical, que se realiza en Río Gallegos desde hace más de 70 años, se llevó a cabo bajo un clima muy característico de la región: vientos de más de 50 kilómetros por hora y una muy baja temperatura. Sin embargo, ello no fue impedimento para que, puntualmente a las 12:00, se enarbolaran las banderas Nacional, Provincial y Municipal.
Esta tarea fue llevada a cabo por dos trabajadores de la Dirección General de Ceremonial y Enlace Institucional, dependiente de la Secretaría de Coordinación Ejecutiva de la Municipalidad de Río Gallegos, quienes con el fin de preservar la salud pública y en el marco del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, se encargan de izar las banderas de a una, sin participación de vecinos.
Desde la distancia, un pequeño grupo de riogalleguenses con tapabocas y respetando las normas sanitarias vigentes, presenció la ceremonia con un respetuoso silencio y aplaudió luego al ver la majestuosidad de las banderas ondeando en su máxima expresión. Este aplauso también fue para los trabajadores, que hicieron un gran esfuerzo para izar las banderas a pesar del intenso viento reinante.
Como se viene llevando a cabo desde hace unas semanas y ante el brote de Covid-19 que afecta a la ciudad, el izamiento se redujo lo máximo posible, sin lectura de efemérides y recomendando una rápida desconcentración de los vecinos, a quienes se les aconseja no participar de la actividad, aclarando que no se interrumpirá, pero si resulta conveniente hacerla con la menor cantidad de gente posible.