La Dirección de Salud Pública, a través del Departamento de Bromatología continúa abocada a la campaña de control y concientización sobre el consumo de sal en los establecimientos gastronómicos de la ciudad. Esta tarea responde a la necesidad de reducir el consumo en los productos industrializados, por recomendación de la Organización Mundial de la salud, tal cual se establece por ley nacional 26.905.

Además, la norma regula la fijación de advertencias en los envases sobre los riesgos del consumo en exceso de sal; promueve la eliminación de los saleros en las mesas de los locales gastronómicos; fija el tamaño máximo para los envases en los que se venda sal no superar los 500 mg.

En relación a estos controles Fernando Aballay, Jefe Departamento Bromatología del Municipio indicó “hemos estado realizando charlas e inspecciones en los locales gastronómicos, donde notificamos a los propietarios sobre la implementación del programa nacional de consumo de sodio, en esto se ha trabajado en conjunto con el área de salud municipal, donde hemos notado muy buena predisposición de los comerciantes. Tenemos en vigencia además la ordenanza 7013 que se refiere al consumo de sal y que tiene relación con establecimientos como restaurantes y casa de comidas rápidas”, dijo.

Sobre la respuesta de la comunidad y de los comerciantes, el funcionario indicó que “nos hemos abocado mucho a los controles y vemos que los clientes y los comerciantes están tomando conciencia sobre los perjuicios que produce el consumo de sal”, dijo.

Aballay resaltó que “más del ochenta por ciento de los locales gastronómicos cumplen con la ordenanza y con las leyes nacionales en vigencia en una tarea de contralor que se viene desarrollando durante el todo el año”.

El trabajo del área apunta a informar a los comerciantes sobre la ordenanza en vigencia, se da a conocer el programa nacional y se informa al local comercial sobre las daños que produce a la salud el exceso en el consumo de sodio.

Cabe señalar que según la Organización Mundial de la Salud, se  recomienda que las personas consuman a diario un máximo 5 gramos de sal, mientras que en Argentina, según estimaciones de la cartera sanitaria, el consumo es de 11,2 gramos.

El excesivo consumo de sal está asociado a patologías de alto riesgo de muerte y/o incapacidad como son la hipertensión arterial, accidente cerebro vascular, enfermedades renales, cardiopatías, afectando más frecuentemente a una población adulta joven en plena productividad, por lo cual el impacto socio económico del aumento de estas patologías es grande.

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