En las instalaciones del Corralón Municipal, se llevó a cabo el descubrimiento de la placa en homenaje a Juan Carlos Vargas, un entrañable trabajador de la Comuna capitalina.El acto fue encabezado por el intendente Roberto Giubetich y el reconocimiento se realizó por iniciativa de los compañeros de ‘Juanca’, del sector de Saneamiento, quienes le presentaron el proyecto al concejal Eloy Echazú.
En un emotivo acto, que se realizó en la sala que llevará en adelante el nombre de Juan Carlos Vargas, se llevó adelante con la presencia del Jefe Comunal y todos los compañeros del recordado trabajador, área de limpieza de la Municipalidad. También estuvo presente su pareja y sus hijos, quienes participaron del descubrimiento de la placa.
Giubetich recordó a Vargas y expresó: “Juan Carlos cumplió distintas funciones en la Municipalidad, pero más allá de su rol, lo destacable era su aspecto humano, una persona excelente. Vargas estaba dispuesto a hablar con sus empleados no solo cuando fue jefe de su sector, sino también acompañando desde la labor diaria y logrando consensuar con los cargos jerárquicos. Por todo lo expuesto, es justo el reconocimiento no solo en este sector sino de la Municipalidad toda hacia un empleado que transitó muchos años cumpliendo funciones en la Comuna y siempre lo hizo con desde su impecable calidad de persona”.
Gabriel Bahamonde, compañero del sector recordó que “el día que falleció Juan Carlos surgió la iniciativa de pintar este mural y colocar una placa para que de alguna manera quede plasmado en su lugar de trabajo y así todos puedan recordarlo toda la vida. Y, como puse en la nota que le envié al concejal Echazú, él fue un muy buen compañero, amigo y siempre trataba de ayudar y solucionar los problemas de todos, no importaba quien fuera ni qué lugar ocupara, él estaba ahí para ayudar”.
Antes de finalizar, el concejal Eloy Echazu, concejal que presento el proyecto para llevar adelante este reconocimiento, expreso: “a Juan Carlos lo conocí como funcionario público, pero sobre todo era una muy buena persona y de buen corazón. Recuerdo que yo estaba en la Junta Vecinal y él nos ayudaba y se preocupaba por dar respuestas para dar soluciones; y nunca mezcló lo ideológico con la función pública. Juan era de corazón grande, por eso las lágrimas de varios acá denotan el cariño que le tenían porque son esas personas que no pasan desapercibidas. Esta iniciativa fue por parte de todos ustedes, sus compañeros del sector y es muy importante que su lugar de trabajo tenga su nombre“.