Dante Rogel, uno de los barberos de más trayectoria en Río Gallegos y que dedicó más de 40 años a la actividad, se hizo presente este sábado en lo que fue el primer Congreso de Barberos de la provincia, acompañando la participación de uno de sus hijos, David, quien también heredó el oficio.
Sobre su experiencia y la relevancia de este tipo de propuestas municipales, Rogel puso en valor el incentivo que generó para los jóvenes.
“Hoy vengo a acompañar a David, que es mi hijo más chico. El más grande también trabaja en peluquería, y lo vengo a incentivar para que ellos vean que es un lindo trabajo, un noble oficio, que genera salida laboral”, dijo Dante.
Rogel enfatizó la importancia del trabajo como medio para forjar independencia y responsabilidad en los jóvenes. “La dignidad que se ha perdido es el trabajo, y eso es lo más grande, los valores, los valores del trabajo, valorizar el sacrificio del papá y la mamá, porque cuando a uno le cuesta, a ellos les cuesta”, comentó.
El barbero se mostró positivo respecto al respaldo de la Municipalidad a eventos como este. “Yo lo veo excelente, hay varias cosas que son muy buenas para los jóvenes, para sacarlos del sedentarismo, el aburrimiento, la falta de iniciativas”, aseguró.
Para él, brindar opciones laborales a los jóvenes puede servir para alejarlos de actividades que “a veces no les va a ayudar nada en la vida”.
Rogel aprovechó la oportunidad para expresar su gratitud hacia Río Gallegos, la ciudad que ha sido su hogar y el centro de su carrera durante cuatro décadas. “Quiero agradecer a la sociedad, agradecer a Río Gallegos que me ha acompañado durante 40 años, y también saludar a todos mis colegas”, dijo. “Es necesario reconocer a otros trabajadores que han dedicado su vida a sus oficios, especialmente aquellos que han pasado desapercibidos. Hay muchos colegas que han trabajado toda la vida y a veces están en anonimato. Es gente que ha rendido y se han entregado toda una vida en beneficio de la ciudad, sin pedir nada a cambio”, afirmó.
Para cerrar, destacó el esfuerzo diario de quienes siempre han trabajado en la economía informal y en sectores privados, especialmente durante la pandemia, cuando muchos de estos trabajadores fueron “golpeados” y pocos se acordaron de ellos. “Nosotros hacemos el día a día, con la frente limpita logramos el día a día”, concluyó, agradecido y orgulloso de su oficio.